Me gustaría saber si  os ha ocurrido alguna vez, tienes un grupo de gente, amigos/as con los que estás bien, compartes momentos inolvidables, ríes, te diviertes, os contáis vuestras cosillas… De repente tienes una amiga que no tiene a nadie, se encuentra muy sola y a ti se te ocurre la maravillosa idea de compartir tu cuadrilla con ella. Al principio todo va genial, hasta que llega un momento que te das cuenta que está ella mucho más presente en todas las salsas que tú. 

No le das importancia, crees que es normal que ella va al monte y tú no en fin inventas escusas para no ver lo que está pasando. Hasta que llega un evento al que tú puedes ir y te das cuenta que ella ha sido invitada y tú no, a ti al café u otro día. Es una sensación muy extraña, cómo si te hubiera sido usurpado algo valioso. En éstos momentos es dónde yo aplicó el no reaccionar con enfado, aceptar las circunstancias y tener más cuidado la próxima vez con a quien hacer partícipe de tu vida.


Luego por otro lado vas viendo cómo esa persona a la qué tú le has abierto tus brazos cada vez te busca con menor asiduidad, y te das cuenta que ya no te necesita, ya ha conseguido sus objetivos. Ya tiene cuadrilla. Tú cuadrilla. De vez en cuando aparece, ya que compartís los mismos amigos, pero ya nada es lo mismo que antes, algo ha cambiado. Su amistad sólo fue un espejismo.