A veces estamos intentando hacer algo, cualquier cosa, costura, ordenador, lo que se os ocurra y no hay manera. Parece que todos los astros se hubieran conjugado en nuestra contra, para impedirnos finalizar la tarea.

Cuando eso sucede de nada sirve enfadarse ni empecinarse en hacerlo, lo mejor es pasar a otra actividad, aunque sea urgente lo que estamos haciendo.

Después al rato o incluso si podemos al otro día volvemos a iniciar de nuevo la tarea dónde la habíamos dejado y…milagrosamente todo funciona y sale a la perfección. ¿Por qué sucede todo esto? Solemos estar sobrecargados y no vemos la soluciona aunque la veamos enfrente. Al desconectar y pasar a otra cosa el cerebro se oxigena y cuando volvemos a la tarea,  la situación habrá cambiado. A veces es falta de información y necesitaremos actualizarnos, bien preguntando a alguien que sepa más que nosotros en ese campo, o bien viendo algún tutorial que nos enseñe como hacerlo sin perder los nervios.

También puede sernos de utilidad, pararnos un momento y hacer tres respiraciones profundas, a veces basta con esto para poder retomar la tarea y finalizarla con éxito.

Todo vale menos gritar, enfadarnos perder nuestra paz y armonía y dejarnos llevar por los impulsos primarios de tirar el ordenador por la ventana, o romper todo lo cosido.

No es fácil  en ocasiones esto es lo que más nos apetece hacer, pero no nos iba a servir de nada y posiblemente las consecuencias adversas que tendríamos que padecer no merecerían la pena.

Un tema que también viene al caso es cuando alguien nos insulta, ridiculiza, humilla, se burla de nosotros, nos deja en evidencia etc.

Lo primero que se  nos ocurre suele ser reaccionar, hacerle lo mismo a  esa persona, lo más sabio sin embargo sería poder escuchar y hacer como si no fuera con nosotros, así el ataque seguiría siendo par la persona  que lo infringió.

 Más tarde y con un estado de calma podríamos contestarle de manera asertiva, sin perder las formas y sin inhibir nuestra respuesta.

Si nos entrenamos en este arte de la paciencia y las buenas formas, cada vez nos costará menos ser dueños de nuestros impulsos y tener control sobre ellos.

Con todo ello ganaremos en paz mental y en bienestar emocional.

Habremos aprendido el difícil arte de la no-reacción. En esta empresa son de muchísima utilidad las herramientas de meditación, yoga mind-fulness y todas la que nos proporcionen una alta vibración y equilibrio mental.

Con todas estas Sugerencias  cuando las llevamos a cabo “CONQUISTAMOS EL VALIOSO ARTE DE LA PACIENCIA”