Hoy os presentamos un texto de nuestro nuevo colaborador, que identificaremos como Y.G. Seguro que os gustará tanto como a nosotros:

“Quizá, la mayoría de nosotros, incluso todos, hemos sufrido algo en la vida. Ya sea por alguna situación, persona, sentimiento… Esto es algo que nosotros no podemos cambiar. Nos hacemos esa pregunta de: ¿Esta ya escrito el destino? ¿O según las decisiones que tome cambiará mi destino?

Son preguntas que no tienen una respuesta. Lo único que hay que hacer es vivir la vida, porque para eso está. Tiene altibajos, algunos incluso más grandes que otros, pero eso es normal. Yo, anteriormente cuando era niño, era feliz. Vivía sin preocupaciones, sin tareas y sin problemas, como todos. Pero conforme vas creciendo todo cambia, parece que la vida se vuelve más oscura, pero en realidad es tu visión la que cambia, la vida sigue siendo la misma. Comienza a aparecer gente en tu vida que te puede aportar un bien, o un mal. Aparecen preocupaciones, problemas, estrés… Eso, nubla la vista.

Yo antes era así, quejándome de que mi vida era mala, de que no merecía la pena hacer nada. Pero, a veces necesitas encontrar ese punto, el cambio que necesita tu visión, donde parece que todo lo que estás viviendo se resetea, una sensación de que pase todo tan rápido, que tu vida se reinicie. Ese mismo punto te cambiará todo, incluso la forma de ser. Pero: ¿Cómo consigo ese cambio?

Eso no se consigue, eso ya se tiene dentro de uno mismo. Necesitas algo para explotar esa sensación de bienestar y felicidad “absoluta”. Y esa explosión llega sola. Ya sea mediante trabajo, objetos, situaciones o personas, tarde o temprano llegará.

En mi caso, fue una persona. Lo sentí desde un primer instante, porque nunca me había sorprendido tanto una sonrisa, me dejo con la boca abierta. Y por casualidades del destino, es mi actual pareja. Es una persona cuidaré y amaré toda mi vida. Debes aferrarte a la circunstancia que te de ese cambio, pensar siempre en aquello que mejor te haga sentir, y no abandonarlo jamás.

Todos estos problemas que la vida presenta, nublan tu visión. Pero poco a poco te das cuenta de ello, y con este cambio, volverá a tener color. Hay que estar agradecidos, ya que nunca sabes lo que pasará el día de mañana, despertar nuevos sentimientos, ver nuevos cambios, aprender cada día algo más, y pensar que todo tiene solución, y que todo está bien. Si uno se aferra a esos factores, seguirá adelante, resolviendo los puzles y pruebas que la vida te da para volverte un poco más fuerte.”

Este texto expresa muy bien las capacidades de resiliencia y autoayuda ante las dificultades de la vida adulta. El auto apoyo la confianza en uno mismo y el no caer en la desesperanza son habilidades que, una vez logradas, nos ayudarán toda la vida.