Hola Corazones: De nuevo vuelvo a escribir algo por aquí. Y es que al no obtener respuesta me desanimo y lo pospongo, que importante tener una buena motivación para no procrastinar. Bueno, pero eso no es de lo que hoy quería hablaros es de cómo nos planteamos nuestras vidas. Yo por un lado Confío y quiero fluir con lo que venga, poniendo mis dones al servicio del mundo, tal como dice la ley de la abundancia y de esta forma la prosperidad no tardará en llegar. Eso es actuar desde el Amor Universal.

Es cómo yo lo quiero hacer, sé que no debería asustarme ni tener dudas, que debería por el contrario darme mi tiempo y dejar que suceda. Pero me encuentro con que me sale un trabajo con un buen salario y unas buenas condiciones por ej. En la Administración o el Ayuntamiento y encima de lo que he estudiado y aunque no es mi sueño… qué como sabéis es la interpretación, me hallo ante una disyuntiva que solamente la puedo solucionar con sentido común.

Cojo el trabajo y lo desempeño lo mejor que puedo y mientras lo compatibilizo con las oportunidades que me van saliendo, cortos algún reparto en película, teatro…Me gustaría dejarme estar más libre, pero no me es fácil ya que de siempre se me ha inculcado una responsabilidad y no es tan sencillo dejarla atrás o lo que pareciese que lo es. Ya que en mi fuero interno pienso que lo que no es responsable es no ir a por nuestros sueños con toda la intensidad y poder vivir trabajando en ello. Pero de nuevo vienen los viejos paradigmas del miedo que está tan introyectado que no nos damos cuenta, que es el que nos paraliza.

Pero por otro lado, no estoy sola en el mundo y tengo responsabilidades y gastos que debo afrontar. Aunque la ley de la abundancia dice que siendo honestos con lo que de verdad queremos nada nos va a faltar. Estás son mis reflexiones que os quería compartir, gracias por leerme y por estar ahí, un abrazo muy fuerte desde la distancia. Y que vosotros y vosotras encontréis vuestro camino sin dejar de lado nunca vuestros sueños.