Hola de nuevo hoy os quiero hacer partícipes de mis vacaciones desde un punto de vista muy personal. La primera idea que tuve fue hacerlas con mi familia, pero por temas profesionales de no coincidencia de fechas no pudo ser así. También cuándo una relación lleva muchos años de convivencia hay que hacer un esfuerzo extra para poder llevar a cabo un plan, y si la otra parte tiene otros intereses o preferencias es mejor soltar y dejar que todo fluya, que seguir empeñándose en algo que se está viendo que no va a poder llevarse a cabo sin desgastarse una demasiado en la insistencia, me gusta cuidarme y cuidar de mi pareja y pienso que en éstas ocasiones el respeto es el mejor cuidado que puedo aportar.

Éste tema de ir en familia quedó así zanjado. Mi hija no se preocupó demasiado pues ya tiene con quién hacer sus planes y tampoco se quedó, sin duda, vacaciones románticas. Qué por cierto las disfrutó al máximo. A mí finalmente me surgió irme con unas amigas unos pocos días a una playita en Lekeitio, yo estaba muy feliz ya que nunca había estado allí. Procuraba no sentirme culpable por qué mi pareja no venía ni tenía sus vacaciones pensando qué él lo había planeado de esa extraña manera. Todo parecía que por fin iba a salir. Dé repente una de las amigas que tomó la iniciativa dice que va a hacer mal tiempo y se queda atrás.

Yo no sabía cómo tomármelo, me fastidió bastante, aunque finalmente pensé que no se puede obligar a nadie para que actúe cómo yo quisiera que lo haga. Nos quedamos sólo dos amigas y un perrito muy bueno y cariñoso. Yo tengo que decir que tengo un poco miedo a los perros jajajaja. Pero me gusta a la vez su compañía. Dé pronto mi amiga decide que Lekeitio está muy lejos, que mejor vayamos a otro lado más cercano y por fin encuentra alojamiento en Zarautz, yo ya había estado muchísimas veces ahí. Así que a punto estuve de rajarme yo también. Menos mal que no lo hice ya qué no importa tanto el sitio cómo con quién se vaya.

Ni tanto con quién se vaya cómo la actitud con la que se haga. Y la nuestra era inmejorable. No éramos las mejores amigas del mundo ya que no nos conocíamos tanto para eso. Pero nos caemos muy bien y nos teníamos cariño, ahora mucho más y creo que es mutuo, ya que han sido unos días maravillosos de compartir vivencias risas y convivencia. Bueno quito el creo y lo afirmó. El cariño es mutuo. Debo decir que el perrito me ha respetado en todo momento y no me ha saltado encima ni ha hecho nada que me pudiera asustar. Sólo nos mirábamos cómo viendo que la distancia era la correcta en cada momento. Su dueña me decía ante mis comentarios qué es muy listo y huele mi miedo.

Lo que con ésta reflexión quiero compartir es que a pesar de que todo no nos salga cómo hemos planeado si seguimos agradeciendo lo que cada momento nos ofrece y sacando el máximo disfrute de todo ello. Cualquier lugar y compañía pueden ser maravillosos. Están siendo unas vacaciones muy diferentes y preciosas. Y es qué a veces nada es lo que a simple vista parece. Y si sabemos ver un poco más allá de las apariencias y vamos venciendo obstáculos según se nos van presentando, al final llega el disfrute de la recompensa. No nos cerremos a nuevas oportunidades por creer que al no ser cómo hemos pensado va a salir mal, pues está el factor sorpresa que juega a nuestro favor, siempre que sepamos darle la vuelta a las circunstancias.

Y darles la importancia que merecen sin exagerar ni perdernos en la queja y el drama que todo lo estropea y lo enturbia. Y bueno…ya sólo me queda un día para volver a mi casa. Y quiero exprimirlo y sacarle todo el jugo. y si sale lloviendo paraguas y a disfrutarlo igualmente. Y esto es lo que quería contaros hoy. Espero os sirva de apoyo cuando vuestros planes parezcan torcerse.