Hola corazones, vuelvo de nuevo por aquí con un artículo que espero os agrade. Acabo de ver un máster en terapia psicoálmica, que bien sonaba todo, consulta llena, resultados sorprendentes etc. Mi primer impulso ha sido apuntarme para hacer la formación, pero acto seguido he pensado: Lurdes verdaderamente, ¿Crees que necesitas otra nueva formación? ¿No has conseguido ya resultados extraordinarios con tus clientes? ¿Acaso no consiguieron sus metas y salieron fortalecidos de tu terapia? ¿Es que no quedaron satisfechos?

Y a todo esto, tengo que decir que sí, hubo uno de los primeros clientes que atendí que me dijo, además de haber aprendido mucho, me he divertido, ya que tu terapia es divertida, cercana, en todo momento a pesar de haber tenido que enfrentarme con asuntos dolorosos para mi, aún en esas circunstancias, me he sentido como en mi casa, acogido, comprendido, nunca me has juzgado, siempre me aceptaste como yo era y eso me hacía aceptarme yo también y quererme cada día un poco más,

Esperaba nuestros encuentros con impaciencia ya que sabía que saldría fortalecido. Así que con esos resultados creo que no necesito una formación nueva, que lo que necesito es acercarme más a vosotros/as y darme a conocer, hacerme visible y contaros los resultados y beneficios que podéis obtener si iniciáis un proceso terapéutico conmigo, porque de eso de trata. También podéis hacer una sesión de registros akáshicos suelta, para confirmar vuestras intuiciones, oir vuestra voz interior y obtener una guía en el camino que os acompañe y ayude a dar los mejores pasos.

Bueno ya basta de hablar de lo que hago. Os voy a contar el aprendizaje que obtuve de una charla lúdica en la que estuve ayer, no se dejó títere con cabeza, pero con lo que más me quedé es con lo poco que nos mimamos y queremos y la diferencia que socialmente y sexualmente hay entre géneros, la injusticia social para ambos, la sobre exigencia de la doble jornada para la mujer, la utopía de la media naranja, todos/as somos naranjas enteras, no necesitamos a nadie para que nos complete.

El mito de que el hombre tiene que estar siempre dispuesto para tener sexo, por supuesto que no, tiene todo el derecho a ser dueño de su deseo, igual que la mujer no siempre tiene que complacer a su pareja, es un ser sexuado y no tiene que estar esperando a que nadie la satisfaga, ella sola se puede auto complacer cuando quiera y puede pedir lo que le gusta, bueno entre risas, canciones y poesía pasamos un rato estupendo y dimos la vuelta a todos esos conceptos rancios que nos amargan la vida.

Amiguémonos entre todos y todas y seamos lo más felices que podamos, porque tenemos ese poder de decisión para olvidarnos de tantos mandatos, de tanto complejo de culpa, de tanto pepito grillo, de esa mente que hace que nos tratemos tan duramente. Respira, siente, ábrete al mundo, abrazaté, siéntete, con´éctate contigo y disfruta de la vida y no te olvides de dar todo lo mejor de ti al mundo. De eso trata la felicidad. Cuándo vienen mal dadas intenta no quedarte anclada en el sufrimiento. El dolor es inevitable el sufrimiento la víctima, el mártir la autocompasión ya son elecciones que uno hace.

Eres libre de elegir como quieres que te afecten las cosas, no puedes evitar que sucedan pero sí puedes elegir cómo reaccionar ante ellas, desde la aceptación o desde la negación y el resentimiento. Aceptar no es resignarse, es hacer todo lo que puedas con lo que tengas es sobreponerse y seguir avanzando, viendo la experiencia como un aprendizaje del que salir siendo más fuerte, viendo los obstáculos como retos, y agradeciendo todo en todo momento, por muy malo que ahora parezca será lo necesario para tu desarrollo personal y cuando haya pasado con el tiempo comprenderás que gracias a esa experiencia te has convertido en quien ahora eres. Un abrazo corazones y hasta pronto.