En ocasiones Hemos tenido vivencias en nuestras vidas que nos han dejado un poso de dolor. A veces hay asignaturas pendientes que conviene aprobar ya que no es bueno para nuestra evolución personal utilizar la táctica del avestruz, escondiendo la cabeza en la tierra y hacer como si no hubiera pasado nada.

Cuando algo nos ha herido y nos ha marcado profundamente necesitaremos ver de qué manera nos afectó y cómo podemos primero sacarlo a la luz y luego elaborarlo es cómo reescribir dicho suceso para poder comprenderlo aceptarlo e integrarlo.

Con el trabajo corporal es posible elaborar un proceso con esas emociones que quedaron atrapadas en nuestra coraza corporal y poder liberarlas solo así recuperaremos todo el poder para vivir nuestro presente con total plenitud. No es conveniente echar tierra encima es mejor airear los viejos asuntos que han quedado inconclusos para poder cerrar definitivamente ese capítulo, reconciliándonos con nuestro pasado, sólo así podremos borrar las: “cicatrices en el alma.”